El pasado 1 de septiembre entró en vigor la aprobación el Real Decreto 712/2022 del 30 de agosto, según el cual los gases fluorados de efecto invernadero serán gravados con un nuevo impuesto a partir de esta fecha.
Este tipo de gases son los que se utilizan en los sistemas de refrigeración, aire acondicionado y bombas de calor, por lo que el nuevo impuesto gravará consecuentemente a la fabricación o importación de equipos precargados y la carga de refrigerantes en instalaciones nuevas.
Los principales fabricantes del sector ya han informado de que este encarecimiento de sus equipos les obliga a subir sus tarifas, con incrementos entre el 5% y el 10% en sus precios.
Los gases fluorados se crearon artificialmente a principio de los años 90 para sustituir a las sustancias que agotaban la capa de ozono (SAO), y desde entonces se vienen utilizando en todo el mundo como gas refrigerante y aislante.